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LAS LINEAS DE: ARIEL MANERA
                                                  
                      Ari_plane@yahoo.com.ar

 Cuando aeromodelismo era sinónimo de madera balsa…

Cuando en la década de los 70´s el joven Guillermo Riis tuvo que resolver como pagarse los estudios para cursar veterinaria, después de charlar con familiares y allegados decidió entrar en el ramo del aeromodelismo, un hobby que él conocía a fondo por haberlo practicado durante años. Juntar el negocio con el placer es algo que no siempre se consigue, él logró hacer realidad aquello de: “vivir de lo que a uno le gusta”.Entonces empezó, alrededor de 1973, a cortar balsa en el garaje de su padre. Comenzó incorporando una sinfín de 30 cm, para lo cual lo ayudó Vicente “Rulo” Amenduni (a quien le pagó con balsa) y después compró una “Completina” y finalmente se hizo una lijadora a tambor para las planchas, conformando así un taller de corte de primer nivel.


En 1973, Guillermo “Willy” Riis en Miami.


Él le compraba los fardos a Maderas Martini, y luego para su venta al menudeo la fraccionaba en planchas y varillas. Eran los años en que la madera balsa todavía era “reina y señora” en el aeromodelismo, por lo que el campo de acción para esa actividad era muy amplio. En un principio la venta se le hacía en forma exclusiva a
Amenduni, quien tenía su negocio “Union Hobbies”, en Chile al 600, y fue el que le enseño los "trucos" del oficio.


 

Muchos recordarán este logo

El  paso siguiente  fue comenzar a vender en forma directa en los clubes. Allí se dio la situación de que los clientes empezaron a pedir otros artículos, los cuales fueron ampliando el catalogo de ventas, lo primero fue la línea de accesorios de Alberto Szumigraj (AS actual), luego continuó con otras marcas y mas adelante se animó a cortar y vender kits. Szumigraj le sugirió comprar una bolsa de 30Kg de DELRIN y le prestó las matrices y la inyectora manual. “¡Me pasé una semana llenando matrices de cuernos, clevis, balancines de alerón, soportes de rueda de cola, etc., quedé de cama!”, cuenta Willy, pero así tuvo cantidad suficiente para incluir en los kits (que salían con los accesorios completos). “Años después los chinos me copiaron, Ja Ja” se ríe Willy.

Conviene aquí situar al lector en el contexto de esa época, en aquellos años conseguir algo importado era “un parto” para cualquier aeromodelista. Las casas de aeromodelismo no eran muchas y con escasa mercadería importada, de los chinos lo único que sabíamos era que estaban lejos y que comían arroz… Entonces todos estaban “a la pesca” de algún conocido que viajara hacia algún lugar del mundo desde donde pudiera “traer algo”.
Con un muy buen manejo comercial las cosas evolucionaron favorablemente y, casi naturalmente, llegó el momento de pensar en una etapa superior para este negocio, algo que ya había estado embrionariamente en la idea inicial. Así fue como en 1975, en el barrio de Villa Luro, para ser más precisos en la calle Morón 4621 (a un par de cuadras de Gaona y Segurola) apareció ofrecido en venta un local que estaba cerca de lo del suegro y bastante barato, y así abrió al público “Maderas Willy”, la primera boleta Nº 0001 fue para C. Devoto (quien más tarde se dedicara con su hermano a fabricar los motores marca DH) que, recuerda Willy, estuvo esperando un buen rato en la puerta a que se terminen los últimos detalles y ubicación de mercadería, antes de la inauguración y apertura al público. El emprendimiento era muy familiar, no tenían empleados, lo atendían él, su novia y su suegro.


El frente del negocio, en el barrio de Villa Luro, en Buenos Aires.


Una imagen del interior del negocio.


Otro ángulo de las instalaciones.

La lista de productos se fue ampliando, accesorios de distinto tipo, modelos terminados, motores, kits de U-Control y de R/C. Luego se acercó José “Pepe” Lapenna, a quien Willy le sugirió la compra de una sierra sinfín y lo asesoró en el corte de la madera, convirtiéndose en un colaborador del negocio. En lo que hace a la publicidad fue fundamental el “boca a boca”, solo en una oportunidad colocó un aviso en un diario, que rindió sus frutos, tenía el dibujo de un modelo y llamó la atención.
Respecto de las importaciones, una vez se le compró una tanda de motores y repuestos a Alberto Doña (quien reside en California y hoy día sigue comercializando artículos de aeromodelismo). La tramitación aduanera la hizo Tulio Busale (un querido amigo de Willy, ya fallecido), pero fue tal la complicación que no quedaron con ganas de hacer otra (¡y los despachantes tampoco! dice Willy).
En materia de fabricación propia, además de los kits se producía dope (de varios colores) y el “Willykote”, similar al monokote, que le costó bastante lograr pero salió muy bueno, según le manifestaban los compradores. Al respecto hay una sabrosa anécdota (contada, no por Willy, sino por “un pajarito”). Como las emanaciones del pegamento eran muy fuertes se preparaba al aire libre. Estaba Willy en el patio una tarde “embadurnando” con pegamento un paño del material base, cuando un golpe de viento desprendió un montón de hojas (obviamente era otoño) de la parra que cubría el patio y fueron a caer sobre el trabajo, todavía fresco, y lo arruinaron por completo. ¡Un garrón! Moraleja: sacudir la parra antes de empezar a trabajar.
Se produjeron kits de muchos modelos, al punto que aeromodelistas veteranos estiman que “Maderas Willy” fue la casa de aeromodelismo nacional que más variedad de kits de producción propia ofreció, en relación con su período de vida, que fue bastante corto comparado con el de otras.
Veamos el detalle:


“Mambo”, entrenador R/C para motor .15

“Phobos” R/C Acrobático  de la categoría F3A para motor .60 diseñado por Willy con su hermano Enrique y con el cual este último se destacó en numerosos concursos.
“Jalisco” R/C Sport acrobático ala baja diseñado por Willy , para motores .50/.60 con excelentes características de vuelo, que dio origen a una notable serie de variantes.
“Mambo”, “Tango” y “Bolero” era una línea de entrenadores R/C para motores .15, .40 y .60 respectivamente.
“Envoy”
U-C Sport para .049
“Jalisco Classic”
fue un rediseño del original, mucho más bonito, producido a pedido de los clientes.
 

“Cherokee” era un semiescala del avión de la Piper, desarrollado también sobre la base del “Jalisco”.
“Trainer II”
otro modelo R/C diseñado a partir del “Jalisco”, en este caso con ala hombro y alguna otra modificación menor.
 “Curtiss P-40” U-C semiescala diseñado por Willy en dos versiones, para motor .15 y para .40.
“Cessna 180” y “Piper Cherokee” diseños de Willy para motor a goma.
“Akrobat” U-C acrobático para motor .35/.40
“Deimos” fue una evolución del “Phobos” que llegó casi al final de la existencia del negocio.
 

 


El “Bolero”, diseño de José “Pepe” Lapenna y el “Cherokee”.


“Shark 45” U-C Acrobático para motor .45/.60 que era por entonces un modelo de relevancia en las competencias de F2B.


“Curare” R/C Acrobático de la categoría F3A para motor .60 con participación destacada en los mundiales de la categoría.


“Windfree” planeador R/C de 2,5 m de envergadura, a los cuales Carlos Rakauskas les hacía los fuselajes de fibra de vidrio y resina.

La cantidad de kits producidos de todos estos modelos fue importante, digamos a manera de ejemplo que el “Jalisco” inicialmente se cortaba en tandas de a 10, pero después evolucionó a tandas de 20, y con muchos otros ocurrió algo parecido. Hacia 1978 Willy ya estaba recibido y se encontraba listo para viajar y radicarse en el Sur (de acuerdo al plan original), no lo estaba esperando ningún trabajo en concreto, se largó a la búsqueda nomás. En aquellos años conseguir trabajo no era un imposible de ninguna manera, el suplemento de clasificados de “Clarín”, por citar un ejemplo, rebosaba de ofertas. 


En el extr. Izq. Tulio Busale, en el centro, agachado sosteniendo un modelo
“Chiche” Kasem y a la derecha “Pepe” Lapenna.

En ese momento estaba previsto que su suegro se hiciera cargo de la empresa, eso no pudo concretarse y “Maderas Willy” bajó definitivamente la cortina. ¡Había cumplido su objetivo!


Esta es una fotografía actual de Guillermo "Willy" Riis en su casa
del sur Argentino.
Desde aquí le agradecemos enormemente toda la colaboración e información prestadas para hacer este artículo.

 

                                     La “frutilla del postre”: El plano del Akrobat que iba con el kit fabricado por “Maderas Wlliy”