APUCA - Asociación de Pilotos U-Control Argentinos
                                 LAS LINEAS DE JUAN CARLOS PESCE
                                                          
jcp541@gmail.com

Orestes Perdomo – Un eximio artesano

Suele conocerse a la gente por  su obra antes que por su historia personal, especialmente cuando esa obra se destaca. Es el caso de este aeromodelista radicado en Miami que, por la calidad de los modelos que construye, es ampliamente conocido en los EE.UU. y en otros países, incluyendo el nuestro.


Estos son los primeros motores que utilizó, en la década de los 60’, y todavía conserva. De izquierda a derecha: Jena 1 de 1 cc., producido en Alemania del Este, Gin Han (gaviota) de 2,5 cc. originado en China y un Jena 15 de 2,5 cc.


Un momento del reportaje. De izquierda a derecha: Pedro Soto, el autor y Orestes Perdomo.

Sin embargo, quienes nos interesamos por difundir todo lo relacionado con nuestro hobby nos ocupamos de indagar y divulgar la trayectoria de aquellos que sobresalen. Es por ello que no perdí la oportunidad, cuando conocí personalmente a Orestes Perdomo, de recoger el relato de sus inicios en Cuba, de donde es oriundo y donde tuvo una amplia trayectoria y su posterior paso por Costa Rica, hasta llegar a Miami, donde se encuentra actualmente.


Este es el Caribbean, su última realización para vuelo circular.


El Caribbean es un modelo desarmable para facilitar su transporte, culminación de años de diseños para vuelo circular acrobático realizados por Perdomo.

Nos cuenta Orestes que, habiendo nacido en 1951, desde chico le entusiasmaban los aviones y ya a los 8 años construía modelitos con madera de pino y hélices talladas por él mismo, impulsándolos con motorcitos eléctricos que extraía de otros juguetes. Obviamente no despegaban, pero el solo hecho de verlos correr por el suelo ya era suficiente para él. En las revistas veía los anuncios de aeromodelos con motor a explosión y comandados por cables que para él eran un sueño que solo años más tarde se hizo realidad.


Orestes durante el proceso constructivo del X–29 de R/C realizado con su calidad habitual.


En Miami volvió a construir el Super Master, modelo con el que había
representado a Cuba en Europa.

Vivía en una localidad del interior de Cuba a la cual no llegaban fácilmente elementos de aeromodelismo, hasta que en 1963 un tío radicado en La Habana fue a visitarlos y llevó consigo un modelo que realmente volaba. En ese momento descubrió Orestes que era mucho más liviano que los que él construía y trató de imitarlo sin éxito. Pocos meses después el tío volvió a visitarlos con otro modelo, con un motorcito a explosión! Orestes quedó maravillado y, en el verano siguiente, él recibió su propio modelo.


 

El X-29 fue un modelo que dio mucho trabajo
hasta lograr determinar el CG correcto.

 


Algunos de sus trofeos

En el primer intento de volarlo lo rompió por causa del viento, pero en La Habana, el tío lo llevó al club donde vio como otros aeromodelistas volaban sus modelos, pudo preguntar y averiguar, y comenzó a comprender los secretos del vuelo de los aeromodelos. Luego fue a una casa de aeromodelismo y compró lo necesario para reparar su modelo, regresó a su pueblo, lo reparó y un hermoso día bien temprano (¡sin viento!) lanzó su modelo al aire y lo vio elevarse y volar hasta que el combustible se agotó y aterrizó intacto. Allí Orestes descubrió, a los 13 años, lo que él llama: “el sentido de mi vida”.

Poco a poco fue aprendiendo a construir otros modelos, a su primer motor de 1 cc. sumó otro de 2,5 cc. fabricado en China y luego otro similar proveniente de Alemania del Este. Todos eran Diesel y actualmente los conserva.

El esposo de su profesora de matemáticas del colegio, que también construía modelos, le brindó todo su asesoramiento y lo contactó con un grupo de aeromodelistas de una ciudad cercana.


La mesa de trabajo de Orestes


Podemos ver que Quique Somenzini le dedicó un autógrafo

A fines de la década de los  60‘s todas estas personas y gran parte de su propia familia, incluyendo al tío en cuestión, emigraron a los EE.UU. y le dejaron a él modelos y motores. Lo apenó despedirse de sus amigos, pero continuó construyendo y volando. Sus modelos fueron Chief, Curtiss P-40, Smoothie, Thunderbird y otros, con motores McCoy y Fox. Desde 1968 hasta 1971 cumplió con su Servicio Militar Obligatorio (3 años) y en esa época participó en sus primeros Nacionales donde obtuvo una muy buena colocación, que lo colocó en el reducido grupo de los aeromodelistas más destacados de Cuba.

Las autoridades que manejaban el aeromodelismo decidieron proveerlo de materiales, planos y un Super Tigre .40, así que Orestes optó por construir un Super Master, diseñado por Josef Gabris, de Checoslovaquia, que era un modelo de acrobacia muy popular en Europa ya que, en manos de su diseñador, tuvo una campaña rutilante que culminó con la obtención de los campeonatos mundiales de 1966 y 1968. Con ese modelo Orestes ingresó en una dimensión diferente respecto de lo que él había volado hasta el momento.


Para la época de nuestra visita, Orestes tenía muy avanzada la construcción de este magnífico Grumman F9F-8 – Cougar, en versión para R/C


Vista del tren principal del Cougar

Sin embargo su espíritu investigador lo llevó a perfeccionar el diseño. Obtuvo información de las revistas que le habían dejado los amigos que abandonaron la isla y de un libro de aerodinámica que le prestaron. A partir de allí diseñó su propio modelo, tomando como base las ideas de Josef Gabris. Con el mismo participó en los Nacionales de 1975 y logró colocarse en el grupo de los 6 preseleccionados para el Mundial de Holanda en 1976. En consecuencia le entregaron material para construir dos nuevos modelos de su propio diseño, bautizado Super Caribe.

A principios de 1976 comenzaron las competencias eliminatorias entre los preseleccionados, para determinar a los 3 representantes de Cuba en el Mundial, obteniendo él el tercer puesto. En Mayo el equipo viajó a Checoslovaquia para participar en los Juegos Socialistas Internacionales, obteniendo Orestes el 12vo. puesto, única vez que Cuba estuvo representada en las finales. En ese concurso Josef Gabris observó la similitud del Super Caribe con su Super Master, por lo que Orestes le comentó los razonamientos que le habían llevado a realizar las modificaciones. Josef Gabris no emitió opinión en ese momento, pero años después (Model Aviation – Noviembre de 1980) Orestes pudo constatar que había adoptado algunos de sus conceptos.

En aquel Mundial de Holanda obtuvo el puesto 27mo., mucho más arriba que sus compañeros de equipo y que el resto de representantes de Latinoamérica. Posteriormente, en 1977, representó a su país en dos eventos internacionales desarrollados en la orbita socialista, obteniendo las dos únicas medallas logradas por Cuba en la categoría Acrobacia – Vuelo Circular. La experiencia que recogió en Inglaterra en 1978, cuando representó a Cuba en el Mundial de ese año, fue muy aleccionadora ya que el pésimo clima dañó considerablemente su modelo, igual que otros de bajo peso y pequeños. Como consecuencia, a su regreso comenzó a trabajar en un modelo más grande y además, desarmable para facilitar el transporte.

En materia de modelos desarmables ya previamente había hecho un intento, construyendo a fines de 1976 un Chipmunk, pero que resultó muy pesado en relación con su superficie de sustentación, por lo que no resultó bueno. Ahora, en 1979, volvía a trabajar en el tema con el objetivo de participar en el Mundial de Polonia de 1980 con un modelo de gran área de sustentación y liviano, por lo que se comportaba perfectamente en todas las maniobras.

Sin embargo nada de eso se concretó ya que otras preocupaciones relegaban momentáneamente sus actividades en aeromodelismo a un segundo plano, y durante más de un año estuvo tramitando el permiso para salir de Cuba con su familia. Así fue como en Noviembre de 1980 llegaron a Costa Rica donde fueron amistosamente recibidos y se unió a un grupo de aeromodelistas con los que trabó una muy buena amistad, al punto que periódicamente viaja desde su actual residencia en Miami, invitado a distintos eventos por los amigos que dejó en ese país centroamericano.

En Miami se radicaron en Setiembre de 1982 y rápidamente entró en contacto con sus conocidos y amigos aeromodelistas, pero todos ellos practicaban radio control por lo que en esa dirección canalizó su actividad. Construyó y voló muchos modelos de radiocontrol y es altamente reconocido por la calidad de sus construcciones, al punto que permanentemente recibe encargos de otros aeromodelistas de distintos lugares del país. Luego de varios años, en 1989, se organizó entre los cubanos exiliados un grupo especializado en vuelo circular, reencontrándose así con sus antiguos amigos con los que practicaba acrobacia en Cuba.

Durante su trayectoria ha construido muchos modelos, más de 350, por lo tanto y dado lo extenso del tema, ese será un asunto a tratar en otra nota.